Descubre por qué sufro de contracturas cervicales, nuca tensa y temblores

¡Hola a todos!

Hoy vamos a hablar sobre un tema muy común y que afecta a muchas personas: las contracturas en la cervical y la nuca, junto con la sensación de temblores.

¿Alguna vez has sentido una tensión en la parte superior de la espalda que te produce dolor y malestar? ¿Has notado que, además de esto, sientes como si tuvieras un temblor constante en esa zona?

En este artículo, vamos a explorar las causas de estas contracturas y temblores, así como las posibles soluciones para aliviarlos.

¡Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber sobre este tema!

¿Síntomas de contractura cervical?

Síntomas de contractura cervical:

La contractura cervical se caracteriza por una tensión muscular excesiva en la zona del cuello y los hombros, lo que puede provocar una serie de síntomas molestos. Entre los más comunes, destacan los siguientes:

Dolor: La sensación de dolor es uno de los síntomas más evidentes de la contractura cervical. Este dolor puede ser agudo, persistente o intermitente, y puede afectar no solo al cuello, sino también a los hombros, la cabeza y los brazos.

Rigidez: La rigidez en el cuello y los hombros es otro de los síntomas típicos de la contractura cervical. Esta rigidez puede dificultar la realización de determinados movimientos, como girar la cabeza o levantar los brazos.

Molestias al mover: Las personas que sufren de contractura cervical pueden sentir molestias al mover la cabeza o los brazos, especialmente si estos movimientos implican girar o inclinar el cuello.

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Adormecimiento: La contractura cervical también puede provocar una sensación de adormecimiento o entumecimiento en los brazos, las manos o los dedos. Este síntoma puede ser especialmente molesto durante la noche.

Dolor de cabeza: El dolor de cabeza es otro de los síntomas que pueden asociarse a la contractura cervical. Este dolor puede ser de tipo tensional o migrañoso, y puede acompañarse de otros síntomas como mareo o sensación de presión en la cabeza.

En estos casos, es recomendable acudir a un especialista para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

¿Cervical y nervios: relación?

La cervical y los nervios están estrechamente relacionados. La columna cervical está compuesta por siete vértebras y los nervios que salen de ellas se encargan de controlar el movimiento y la sensación en los brazos, manos y dedos. Además, estos nervios también controlan la función del diafragma, que es el músculo principal de la respiración.

Si hay una lesión o irritación en la columna cervical, como puede ser una contractura, puede afectar a los nervios que salen de ella y causar una serie de síntomas, como dolor, entumecimiento, hormigueo, debilidad muscular y temblores. Los temblores pueden ser causados por la alteración en la función del diafragma, lo que provoca una falta de oxígeno en el cerebro y puede hacer que los músculos tiemblen.

Es importante tratar las contracturas y otros problemas de la columna cervical para evitar que afecten a los nervios y causen síntomas. Se pueden utilizar diversas técnicas, como la fisioterapia, la quiropráctica, la acupuntura o los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular. También es importante mantener una buena postura y evitar el estrés y la tensión en la zona cervical para prevenir lesiones y problemas futuros.

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¿Cuándo preocuparse por la cervical?

¿Cuándo preocuparse por la cervical?

La cervical es una parte crucial de nuestro cuerpo, ya que es la encargada de sostener y proteger nuestra cabeza. Es por ello que, cuando se presentan molestias o dolores en esta zona, es importante prestar atención y encontrar la causa del problema.

Si bien es cierto que muchas veces los dolores cervicales son pasajeros y no revisten mayor gravedad, hay ciertos síntomas que pueden indicar que es necesario preocuparse y buscar atención médica:

Dolor intenso y constante: Si el dolor cervical es muy fuerte y no cede con la aplicación de calor o frío, es recomendable acudir al médico para descartar alguna lesión o enfermedad.

Rigidez en el cuello: Si no puedes mover el cuello con normalidad y sientes una tensión constante, es posible que se trate de una contractura muscular o de una inflamación en los tejidos.

Hormigueo en los brazos o las manos: Si el dolor cervical se extiende hacia los brazos o las manos y sientes hormigueo o adormecimiento, podría tratarse de una hernia de disco o de un pinzamiento nervioso.

Dificultad para caminar o mantener el equilibrio: Si el dolor cervical se acompaña de mareos, vértigo o problemas para mantener el equilibrio, es importante acudir al médico para descartar alguna lesión en la columna vertebral o en el cerebro.

Músculos afectados en contractura cervical?

Los músculos que suelen verse afectados en una contractura cervical son:

1. Músculos del cuello: El músculo esternocleidomastoideo es uno de los principales músculos del cuello que se ve afectado en una contractura cervical. Este músculo va desde la base del cráneo hasta la clavícula y el esternón y es responsable de girar y flexionar el cuello.

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2. Trapecio: El músculo trapecio es otro músculo importante que se ve afectado en una contractura cervical. Este músculo se extiende desde la base del cráneo hasta la columna vertebral y los hombros y es responsable de mover y estabilizar la escápula (omóplato).

3. Músculos de la nuca: Los músculos de la nuca también pueden verse afectados en una contractura cervical. Estos músculos incluyen el músculo esplenio de la cabeza, el músculo esplenio del cuello y el músculo semiespinoso de la cabeza.

Es importante tratar estas contracturas para evitar que se conviertan en algo más grave y para reducir el dolor y la incomodidad. Un fisioterapeuta o un quiropráctico pueden ayudar a aliviar los síntomas mediante ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular, masajes y otras técnicas de terapia manual.

¡No te quedes sin resolver tus dudas! Comenta en este post y comparte tu experiencia con las contracturas en cervical y nuca, así como con la sensación de temblores. Juntos podemos encontrar soluciones y recomendaciones que nos ayuden a mejorar nuestra salud y bienestar. ¡Anímate a participar!

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